La verdad es que estoy encantado con esto del blog. Lo único que me tiene frito es el poco tiempo que tengo para poder dedicarme a escribir con la frecuencia que me gustaría. Algunos me aconsejan que haga lo que hacen otros y ponga a un currito a escribir por mí. Me parecería una estafa. Estaréis de acuerdo conmigo en que es mejor escribir poco que engañar a la gente. Lo que sí hago es leer diariamente todas las comunicaciones que me llegan. Os agradezco de todo corazón las palabras de aliento recibidas y aprovecho estos días de lluvia, tan benéfica por cierto, para responder a algunas de las preguntas que me planteáis.
Son varias las personas que se interesan por dos cuestiones esenciales del día a día como la seguridad y la limpieza. Para mí, estas dos cosas serán, si cuento con vuestra confianza y llego a la Alcaldía, absolutamente prioritarias. Sevilla no puede estar más tiempo padeciendo este auténtico colapso en dos servicios públicos tan vitales como la seguridad ciudadana y la limpieza. Si nos fijamos en cómo se enfrentan a estos problemas Monteseirín y su socio Torrijos podemos detectar las mismas tácticas de siempre: negar la realidad y echarle la culpa a otros. Así, frente a las quejas que escucho en todos los barrios sobre la falta de policías, el gobierno municipal dice que no hay inseguridad ciudadana, que eso es una sensación falsa: como si vivieran en otra ciudad. Para resolver un problema lo primero que hay que hacer es enfrentarse con él: en nuestros barrios tenemos grandes carencias en seguridad ciudadana y este alcalde ha sido incapaz de resolverlas. Para ello, lo primero que hay que hacer es poner al día nuestra plantilla de Policía Nacional: exigiré al gobierno central lo que Monteseirín ha sido incapaz de hacer estos 7 años, que se cubran todas las vacantes de policías en Sevilla (unas 500, nada más y nada menos). Con estos efectivos y con los de la Policía Local, debidamente coordinados y motivados, estaríamos en condiciones de dar la batalla a la inseguridad ciudadana, y estoy seguro de que con éxito. La Policía de Barrio será la prioridad, y no como ahora que es la actividad residual. Nunca daré instrucciones, como ha hecho Monteseirín, para que la Policía Local se inhiba ante las denuncias ciudadanas. Al contrario, daré medios y recursos para que nuestros agentes, en coordinación con la Policía Nacional devuelvan la tranquilidad a nuestras calles. Podéis tener la certeza de que es posible conseguirlo, si ésa es la prioridad. Claro que si lo prioritario son los viajes alrededor del mundo, instalar una noria en el Prado o cobrar facturas falsas, pasa lo que pasa.
En cuanto a la limpieza, de la que me habla María Campos, el argumento es el otro: Sevilla está tan sucia porque los sevillanos somos muy guarros. Es verdad que tenemos que mejorar en nuestra conducta cívica, pero esa afirmación es echar balones fuera. Sevilla está sucia, fundamentalmente, porque el gobierno PSOE-IU no destina recursos suficientes a la empresa de limpieza, LIPASAM, que está endeudada hasta las cejas. Es, de nuevo, cuestión de prioridades: si el dinero se gasta en propaganda y almuerzos en restaurantes de 9 tenedores, es normal que no haya para limpiar nuestras calles y plazas. En definitiva, Sevilla necesita un radical cambio de prioridades y, creedme, para saber cuáles deben ser ésas basta con oir a la gente. Lo que no puede un gobierno es gobernar de espalda a sus vecinos, y eso es lo que vienen haciendo Monteseirín y Torrijos. Yo lo tengo igual de claro que la mayoría de los sevillanos: seguridad y limpieza serán dos de mis prioridades.
Carlos Fuentes me dice que está desengañado del papel de palanganero, dice él, que ha jugado IU, tapándole las vergüenzas al PSOE. De eso ya he hablado en otra entrada. Si lo traigo a colación es porque, votante de siempre del PCE/IU, ahora se va a abstener. Con todo respeto, date otra oportunidad, Carlos. Seguro que sigues aspirando a un mundo mejor y a lo mejor es que te equivocaste confiando en gente que no lo merecía. Queda mucho para mayo y confío en poder conectar con mucha gente como tú y convencerles de que es posible recuperar la ilusión y la esperanza en una Sevilla mejor. Ese es mi compromiso.